Las categorías de movimiento que asociamos en Biodanza con el elemento aire son la amplitud y la levedad. 

La amplitud nos posibilita habitar espacios que no solemos ocupar. Su falta nos impide saltar, girar, es decir, arriesgar. Al trabajar esta categoria experimentamos la vida desde otros ángulos y con nuevas perspectivas.

La levedad es lo opuesto a la pesadez. La experiencia de levedad nos aleja del drama de la vida y nos acerca a disfrutar más de la misma. Nos permite flotar en la existencia como el corcho en el agua, con delicadeza y suavidad.

El elemento aire está relacionado con las ideas, con la mente. Es el elemento que nos permite soñar, concebir nuevos proyectos y atrevernos a arriesgar, soltando el lastre de nuestros miedos y límites.

El animal que se relaciona en Biodanza con el elemento aire es la garza. Con ella elevamos el vuelo y somos capaces de contemplar las cosas con distancia lo que nos permite desdramatizar las situaciones y desapegarnos de las mismas. 

Cuando experimentamos este elemento disfrutamos la sensación de sentirnos más ligeros, más alegres, más libres. 

En Biodanza bailamos diferentes tipos de aire: el juguetón, el suave y sensible, el placentero… Desde la brisa tan suave que apenas mueve el agua de un lago al viento majestuoso que se hace oir a través de las ramas de los árboles, susurrándonos remotas historias. 

 

«Amplitud, levedad, movimientos plenos de libertad.

Es el aie que circunda la tierra, donde los pájaros y los sueños pueden volar.

El aire que maneja las aguas, que insemina la tierra,  que al fuego le hace crepitar.

Majestuoso, juguetón, suave , impetuoso.

De la brisa que acaricia al huracán que todo lo puede arrasar.

El aire, de tantos matices que gira y gira y gira y nos invita a bailar.»
 Vitor Lemelle