Las categorías de movimiento son la forma más básica y fundamental en la que se manifiesta un movimiento.  Rolando Toro, creador de la Biodanza, tuvo la genialidad de establecer una relación ente algunas categorias de movimiento y la existencia. En palabras de Vitor Lemelle, creador de Biodanza Otra Mirada, “la clave de la Biodanza está en facilitar la relación movimiento – existencia”

Nuestro movimiento nos dice, en un momento dado, como estamos viviendo nuestra vida. La Biodanza postula que, igual que nos movemos de acuerdo a como vivimos, también podemos ir recuperando nuestro repertorio de movimiento y vivir una existencia más rica de acuerdo a como nos movemos. En palabras de Vitor Lemelle, “lo que hace crecer al Ser Humano es el rescate de su propio movimiento”.

La piedra angular de la Biodanza Otra Mirada es el trabajo con las categorías de movimiento. Todos los ejercicios propuestos en una clase se consideran desde la categoría de movimiento al que pertenecen.

¿Cuales son las categorías de movimiento con las que trabaja Biodanza Otra Mirada?… Son quince y se dividen entre categorías de movimiento individuales y en pareja. A continuación describo cuales son, de acuerdo a la definición establecida por Vitor Lemelle:

Amplitud:  La amplitud nos posibilita habitar espacios que no solemos ocupar. La falta de amplitud nos impide saltar, girar, etc. Es decir, arriesgar.

Intensidad: Dar intensidad a un movimiento es potenciar su acción. Es poner chispa a la existencia, recuperando la alegría y el placer de moverse. Animar el movimiento es permitirle expresarse con más ganas y, por resonancia, vivir la vida como algo deseable y gozoso.

 Armonía:  Es la categoría de movimiento que invita al individuo a ir más allá de sí mismo. Es la unión entre distintas unidades para formar algo nuevo y único, como una obra musical.

Elasticidad: Es la capacidad de un cuerpo de cambiar de forma sin perder su esencia misma; como el arco que se tensa antes de lanzar la flecha y afloja cuando ésta ya se ha ido.

Eutonía: Las danzas eutónicas posibilitan que la persona se integre con el otro formando una nueva unidad, a través de la dialéctica ajuste/aceptación, que determina la calidad de la relación en pareja.

Extensión: Es el hilo que une el ser al mundo y que da a su vida el sentido de continuidad con el otro y con la totalidad. Es el gesto que permite a cada uno establecer sus vínculos afectivos y amorosos. Extenderse es vivir el profundo significado del encuentro humano.

Fluidez:  Se opone a la rigidez. Vivir la fluidez es probar el sabor del movimiento continuo. Es aprender a “surfear” en la propia existencia, sin detenerse en los momentos buenos ni tampoco en los malos. En definitiva, recuperar ese movimiento nos facilita vivir con desapego.

Ímpetu: Relaciona los estados de reposo y acción. Corresponde al acto de acometer que nos permite actuar repentinamente, con presteza. Existencialmente tiene que ver con la prontitud que es la capacidad de reaccionar a situaciones inesperadas que ocurren en la vida.

Integración: Integrar es unir partes que pertenecen a una misma totalidad. Es recuperar la unidad perdida de un conjunto que olvidó el sentido de su relación. Integrar es recordar que esa relación está presente, bien sea en el propio cuerpo o en la relación con el mundo. Integrar es el principio y la finalidad de la Biodanza.

Levedad: Se opone a la pesadez. Ser liviano nos aleja del drama de la vida y nos acerca al placer. Nos permite flotar en nuestra existencia como el corcho en el agua, con delicadez y suavidad.

Potencia: Nos conecta con el coraje de vivir y con la aceptación de nuestra fuerza y vulnerabilidad. Nos ofrece la capacidad de mirar a nuestros miedos sin temor.

Ritmo: Corresponde a las pulsaciones básicas de la vida.: sístole/diástole, inspiración/expiración, contracción/expansión etc. Hay ritmo en todo lo que se mueve, desde el desplazamiento de una ameba a la expansión de una galaxia. Bailar esta categoria es conectar con el sentido universal de orden.

Sensibilidad: Solamente a partir de la sensibilidad los ojos pueden ver, los oidos escuchar, las manos tocar. Ser sensible es llenar el gesto de sentido y luminosidad.

Sincronización: Sincronizar es integrar con el otro desde la sensibilidad. Es crear y recrear la unión con los demás desde la atención, la entrega, y el cuidado. Sincronizar es vincular en el tiempo preciso y el espacio justo con el otro generando, a partir de ese encuentro, una tremenda potencia amorosa. Es la capacidad de incluir al otro en nuestra vida.

Sinergismo: La Biodanza toma ese concepto de la Teoría de Sistemas para enfatizar la importancia de la sincronización entre las diferentes partes del cuerpo involucradas en el acto de caminar. La marcha tiene un profundo significado para la humanidad y para cada ser humano en particular. Al ponernos de pié cambiamos nuestra visión del mundo. Vivir el sinergismo es reconstruir el puente entre el animal y el humano, entre el niño y el adulto, integrando esas polaridades en perfecta armonía.